El corazón del grano de trigo, como el de muchos otros granos, es especialmente rico en proteínas, grasas poliinsaturadas y vitamina E, importante antioxidante de nuestro organismo. Por ello resulta muy adecuado incluirlo como extra en la dieta diaria, ya que los alimentos elaborados con harina refinada de trigo no conservan el germen.

En casi todos los alimentos elaborados a partir de harina de trigo, no está presente el germen de trigo, ya que éste desaparece en el proceso de refinado. Solamente algunos panes elaborados con harina integral conservan el gérmen del trigo, aunque muchas harinas integrales están igualmente refinadas en algún grado.

Se aconseja tomarlo en situaciones de fatiga y falta de rendimiento físico e intelectual, si tenemos las defensas bajas, o si se aprecia envejecimiento prematuro (arrugas, sequedad cutánea, etc…).